Hasta los años 70 del siglo XX existía en El Hierro la costumbre de “las mudadas”.
Las familias, que normalmente vivían en las zonas altas de la isla, se mudaban con sus familias y todas sus bestias al valle de El Golfo. Lo hacían en la época cuando hacía más frio arriba (enero y febrero) aprovechando las hierbas frescas que habían crecido iban podando la viña que crecía en todo El Golfo hasta una altura de 800 metros.
Luego bajaban al Golfo en julio y se quedaban hasta septiembre, tiempo bueno también para la pesca, trabajando siempre juntos en la vendimia y la elaboración del vino, que al final llevaban en lanchas a los barcos de vapor que solían llegar en esos meses de verano cerca de Punta Grande.
No sabemos exáctamente cuántos años tienen los edificios principales del lugar, que nosotros nombramos “El Sitio”; estimamos que empezaron a construir una parte circa 150 años o más.
Antiguamente, la recepción de hoy en día era la bodega que guardaba las barricas, arriba estaba el dormitorio dividido entre los niños y los padres (ahora la sala) y la salita de hoy era la cocina, lugar importante. También tenían algunos cuartos para las bestias y más allá un baño con solo un hueco en el suelo.
Como mucha gente, los dueños al final se fueron para Venezuela y alquilaron la casa. Nos contaron los vecinos que hace un tiempo, hace 80 años, vivían dos curas en El Sitio que tenían la primera radio y la gente se reunía para escuchar las noticias (y a lo mejor salían después para rezar en la iglesia más arriba).
Finalmente, los dueños regresaron de Venezuela, se quedaron en Tenerife y vendieron toda la finca a los cónyuges Sabine Willmann y Joachim Carstens en el año 1994.
A partir de ese momento la finca, todavía muy abandonada, pasó a manos de la familia Willmann – Carstens. Son ellos que, con la ayuda de magníficos albañiles y carpinteros, restauran todo el lugar y establecen la fecha de inauguración para el día 24 de julio de 1996. ( “El Sitio” tradicionalmente ha sido un lugar donde la gente se encontraban para charlar y también para intercambiar lo que tenían en productos de la tierra y del mar).
Sabine Willmann, en la celebración de la inauguración de El Sitio dijo:
Sabina y Bim
«Hace catorce años conocimos esta isla y desde entonces no hemos podido liberarnos de su encanto; su naturaleza incomparable, su lado salvaje y su fuerza volcánica, en combinación con el cariño de sus habitantes, nos marcó en nuestro crecimiento y visión personal.
De este modo, aunque no nos sentimos como los herreños de nacimiento, hemos llegado a formar parte de esta isla a través de su gente y su naturaleza.
La isla nos da y nos ha dado tanto. Por todo esto queremos agradecerse y dedicarle este lugar a ella.
El Sitio es un lugar, en donde las personas se pueden encontrar en paz y armonía.
Nosotros queremos mantener las costumbres de antes, cuando las familias se reunían con motivo de cualquier celebración: como una gran familia con herreños, venezolanos, cubanos, alemanes, holandeses, italianos y otros. Podemos hablar solo un idioma: la lengua de la música; la poesía; la pintura; el baile y el del corazón. Éste es un medio de comunicación que entendemos todos, y nos ofrece alegría y satisfacción.
Estamos disfrutando y compartiendo juntos la naturaleza maravillosa de esta isla, rodeado por un mar iluminado por el sol, la luna y las estrellas.
Esta isla tiene facultades para curar. Por ello, El Sitio debería ser un lugar en donde personas cansadas puedan encontrar tranquilidad y curación. Somos un círculo de personas, que cree en la persistencia de la bondad y la veracidad.
Deseamos que El Sitio sea un lugar que aporte al entendimiento y unión
entre los habitantes de la isla y las personas que vienen de fuera…
Un lugar como la isla misma: lleno de armonía, paz y cariño.
Nos alegramos de inaugurarlo. Gracias.»
Luego Sabine Willmann nos cuenta:
“Algunas personas recuerdan la fiesta con mucha música y nuestro discurso de la inauguración de ese día 24 de julio de 1996.
Casi no me puedo creer que ya han pasado veintiséis años. Fueron años de crecimiento y cambios; años de despedir a los seres más queridos… Llenos de experiencias.
Y años abundantes por les que estoy agradecida.
Han habido muchas personas que han pasado sus vacaciones en nuestras pequeñas casitas en el ámbito rural.
Mis palabras de entonces han llegado a ser realidad en El Sitio.
Durante los últimos años, la familia ha crecido y con ella nos hemos acercado a nuestra pequeña isla.
La palabra paz en el mundo llegó a tener un significado más profundo.
Aquí aprendí cada vez más qué significaba encontrar la paz en el exterior y cómo un lugar como El Sitio en la isla de El Hierro me daba paz y alegría en el interior.
Mi sueño ha llegado a ser realidad. Desde principios del año 2002 paso una gran parte del año en El Hierro.
Pasan los años… La vida es un soplo.
2015 fallece mi exesposo y copropietario Joachim Carstens.
Nuestras hijas ya son adultas y ellas mismas tienen hijos.
Son mis hijas, las hermanas y nuevas copropietarias Miriam y Milena Carstens que forman parte del gran equipo de los que cuidan este lugar singular en la isla de El Hierro.
Nuestro deseo es que se sientan bien y en casa en El Sitio, nuestro lugar de paz y tranquilidad.”